Hacen falta la ternura, la inteligencia y la firmeza.
El hombre será libre y feliz viviendo en armonía con su entorno.
Abracemos el mundo, siendo un todo con el río, el viento y el árbol.
Dejemos que nuestro corazón busque el camino del encuentro.
Desde esa conjunción divina avancemos hacia la plenitud.
Nilda Cristina Quijano Figueredo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puede dejar sus comentarios.